¡¡¡Hola encantadores misceláne@s!!!. ¿Sabíais que muchas de las cosas que utilizamos a diario tienen historias singulares y realmente curiosas? Para que podáis comprobarlo, he seleccionado especialmente para vosotros algunos ejemplos. ¡¡¡Atreveros a descubrirlos!!!...
Singularidades de las pequeñas cosas
Arena para gatos
Edward Lowe decidió beneficiarse de los excrementos gatunos cuando en 1947 una vecina le pidió un poco de arena común para la caja de su gato. Eduard, que trabajaba en una empresa familiar de Michigan vendiendo materiales de construcción, sugirió en su lugar la arcilla, debido a que ésta poseía una mayor capacidad de absorción.
El invento triunfó entre los dueños de los gatos que acudían a las tiendas buscando un material que además de absorbente controlara los olores. Finalmente, en 1964 surgió la marca Tidy Cat, con la que se sabe que Eduard se hizo millonario.
La primera banda de goma fue patentada en 1845 por Stephen Perry, propietario de una compañía manufacturera en Londres.
Un ingrediente clave para hacer bandas de goma es el azufre. Cuando se añade al caucho y se calienta, lo hace ser más resistente y flexible y evita que se deteriore.
Tras su incorporación al mercado, se han convertido en una parte fundamental de hogares y oficinas.
Se piensa que el papel fue inventado en China alrededor del año 200 a.C mediante un procedimiento secreto que tardó hasta el s. VII en llegar a Europa.
En aquella época se empleaban para fabricarlo cortezas de morera, tejidos de seda o trapos de ropa vieja. En el s. XIX la demanda de papel, debida sobre todo al desarrollo editorial, obligó a recurrir a la pasta de madera.
Si lo que pretendemos es no llorar cuando cortamos una cebolla, una posible solución es usar gafas protectoras mientras las picamos. Sin embargo, si no disponemos de ellas, la Asociación Estadounidense de la Cebolla recomienda enfriar las cebollas en el congelador durante 30 minutos antes de trocearlas. La asociación también sugiere cortar la parte superior y pelar las capas externas. Se trata de tener especial cuidado con el extremo de la raiz, puesto que es ahí donde residen las mayores concentraciones de los compuestos de azufre que nos hacen llorar.
Los antiguos chinos fueron, al parecer, los primeros en usar cepillos de dientes, fabricados con las cerdas del lomo de los cerdos de clima frío. Los primeros cepillos dentales en América se fabricaron a finales del s. XIX; pero cepillarse los dientes varias veces a diario no se convirtió en un hábito común hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados regresaron con esta costumbre adquirida en el ejército. El más similar al de nuestros días apareció en 1938 tras inventarse las cerdas de nailon que permiten su reutilización y son más resistentes al crecimiento de bacterias que los naturales.
Si te apetece seguir leyendo otras curiosidades puedes hacerlo AQUÍ.
¡¡¡Hasta la próxima misceláne@s!!!
.png)
